domingo, 17 de abril de 2011

En el vientre


La vida tiene muchas curvas, vueltas y planes de los cuales no tenemos ni idea. Yo hoy recordé lo que es ser bebe, recordé que una vez fui un pequeño ser de brazos y que vivía en el vientre de mi madre.

Pues bien es una historia más personal que nada. Yo recuerdo lo que es estar en el vientre, es hermoso. Pero cruel y difícil al mismo tiempo. Es como estar en dos lugares al mismo tiempo y lejos de ellos. Por una parte mi ser no estaba plenamente anclado a mi pequeño cuerpecito. Aun podía entrar a los mundos espirituales y salir de ellos a voluntad. Bajaba a mi cuerpecito dentro de mi madre y era como ver a través de un lente descompuesto la realidad. Ahí adentro en un vientre, ese calor y esa sensación de que mi cuerpo aun se está gestando.

Podía sentir, sobretodo sentir la “realidad” que no era muy clara para mí. Podía sentir las experiencias y sensaciones de mis padres como algo muy muy lejano a mi ser aunque estuviese a unos cuantos pasos de mi padre y dentro de mi madre. Para mi ellos estaban tan lejos y tan inalcanzables que era frustrante y atemorizante el que no pudiesen ellos escuchar mis gritos.

Era una impotencia y felicidad al mismo tiempo estar ahí adentro. Por una parte mi alma aun no anclaba y percibía al mundo físico como algo muy lejano y borroso; y por otra parte esa emoción tremenda de volver a nacer. Volver a nacer ya no era nada nuevo para mí; mas que la verdad era toda una experiencia que me encantaba volver a vivir y vivir. Es como una montaña rusa donde las curvas son sensaciones y emociones fuertes e indescriptibles.

Mi concepción fue una unión entre mi padre y mi madre. Fui un símbolo de amor y consolidación entre ellos dos. Mi papa experimentaba emoción hacia ella. Las ansias, el miedo y la felicidad de ser papá por primera vez. Como un proyectito que vivía y que respiraba. Para mi madre yo era como su esperanza para una vida mejor. Mi padre llego a la vida de mi madre a rescatarla de su “obscuridad” y mi nacimiento era como ese símbolo de una nueva vida unificada para ambos. Ellos en mi imprimieron muchas emociones mezcladas; experiencias amargas pasadas que vivieron los dos por separado y expectativas futuras de nosotros como una familia; nuestra Familia.

Mientras que para mi padre yo significaba su orgullo; su creación personal dentro de un pequeño cuerpo. El ambiente que rodeaba a mi padre era de felicidad expectante y emoción. Mi padre estaba emocionadísimo porque iba a ser papá. Lo presumía todo el tiempo con sus amigos. Mi padre siempre ha sido un hombre muy querido y amado. Todas las personas que lo rodeaban le preguntaban por mi; como estaba yo. El muy feliz les respondía que nacería pronto y que estaba muy bien.

Mi madre me experimentaba de otra manera muy diferente a mi padre. Ella me esperaba como una salvación a su propia oscuridad en vida. Era como hacer las cosas bien; como una segunda oportunidad que le dio el universo de hacer las cosas bien ahora si. Era un compromiso sobretodo con ella misma el poder criarme como su primer hijo; para mi mamá mi nacimiento simbolizaba algo muy fuerte en su vida y un gran cambio para ella misma. Era como forzarse a ella misma el hacer las cosas diferentes ya que la vida de un pequeño estaba en juego y dependía en mayor parte de ella.

Recuerdo cuando empecé a nacer es todo un evento. Por una parte tu alma, sientes tu alma y esta en la mitad de algo grande. Por una parte toda una gran fiesta de despedida y aliento a esta alma que encarna de nuevo en la tierra. Es toda una fiesta llena de color, alegría y un flujo tremendo indescriptibles de emociones. Estas emociones sobrepasan tremendamente las emociones que vivimos como Seres Humanos en la tierra; van mas allá de lo que nuestro cuerpo pudiese soportar; son gigantescas y fuertes. Como un mar embravecido. Curiosamente antes de nacer hay dos partes como un mundo espiritual que te empuja y te alienta a que pases por un pequeño portillo que hace que tu carne se desgarre de dolor y por otra parte hay otro mundo igual de divertido o MAS que te espera del otro lado. Los dos lados te vitorean y canturrean en tu nombre. Es toda una experiencia, un éxtasis orgásmico el estar naciendo y, de repente naces.

De repente ante tus oídos truenan unas bocinas gigantescas; como un tremendo BOOM que te deja aturdido y desconcertado. Naces y todos estos seres que te vitoreaban hace unos momentos desaparecen y te quedas SOLO. Al intemperie, indefenso y a merced de este mundo frio. Solo te resta llorar y esperar a que te calmes.

Curiosamente el ser bebe es una experiencia traumante y aberrante como al mismo tiempo mágica y llena de expectación. Por una parte aun no estas del todo en tu cuerpo y tu quisieras decirles a tus papás –“Aquí ESTOY”; pero no puedes. Sientes la realidad aun muy lejana. Como si cuando fueses bebe aun te estuvieses levantando de un largo y pesado sueño. Cuesta muchísimo trabajo el mantenerse en esta realidad. La frustración de no estar presente en esta realidad aun teniendo un  cuerpecito esperando a ser habitado. Es horrible el ser bebe y sentir a mis padres tan lejanos y tan borrosos de mi vida; es como percibirlos a la lejanía y tras una espesa neblina. Creo que es por eso que los bebes lloramos; lloramos porque aun no estamos en este mundo y percibimos a dos seres que nos aman a la distancia.

Yo creo que para los papás es de tremenda importancia el estar conscientes. Conscientes de que cuando un bebe nace, su alma aun no esta del todo en el cuerpo. Es como si estuviese a miles de kilómetros de distancia intentando anclar en el cuerpo. El trabajo de los padres ante un pequeño bebe es anclar el alma de su pequeño. Hoy se como acelerar y suavizar ese proceso; pero la GRAN mayoría de las personas no sabe como hacer eso. Es muy difícil para un bebe el vivir los primeros meses de vida porque se encuentra SOLO haciendo su proceso de anclaje y todavía tiene enzima las emociones vacilantes negativas de los papas. El trabajo de anclaje lo hacemos solitos sin la ayuda de nadie y es muy complicado y frustrante. Una vez que logras recordar ese proceso comprendes lo que todo esto implica; la dificultad de lo que son los primeros meses de vida. El llegar a la tierra.

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